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No habían pasado 30 minutos de recién celebrado el debate entre las candidatas Delfina Gómez y Alejandra del Moral, cuando desde el oficialísimo ya se habían activado los protocolos de contención de daños.
Las plumas afínelas y el circulo cercano de la Maestra Delfina comenzaron a descalificar e invalidar el ejercicio de promoción organizado por el Instituto Electoral del Estado de México con la finalidad de que no se hable del los ridiculos, las pifias y las evidentes carencias de su candidata mostrado todo durante el debate.
